RIAC en el Valle Sagrado de los Inca, Perú 

Hace apenas un mes la Red Internacional de Agroecología Comunitaria-Joven (RIAC-Joven) llegó a una de las regiones más altas y coloridas del mundo, el Valle Sagrado de los Incas en Perú. Por primera vez desde la pandemia, los y las  jóvenes de la RIAC se reunieron en persona. Mientras la altitud desafiaba nuestros pulmones, beber la tradicional hierba medicinal conocida como “ Muña”, una hoja de menta nativa, alivió nuestro  “ mal de altura” permitiendo unirnos a las comunidades en una cosecha temprana y disfrutar de más de 20 platos de papa. Juntos éramos un tapiz de cerca de 100 jóvenes y colaboradores de la RIAC, la Asociación ANDES, la Red Indigenize (red de organizaciones indígenas andinas y amazónicas) y CAN . Este año, con el apoyo de la Fundación Swift, la Fundación Panta Rhea, el Fondo de Agroecología, la Fundación Kellogg, la Fundación McKnight y los actuales donantes de CAN, nos reunimos como una red más amplia de jóvenes indígenas, afro-descendientes y campesinos de 8 regiones bioculturales de las Américas para amplificar cómo las juventudes multiplican los conocimientos basados ​​en la tierra y las redes de vida para defender a las comunidades del sur al norte. Historias, conocimientos y experiencias surgieron desde las regiones de acequia del alto desierto de Colorado, los suelos kársticos de milpa subtropical de la región maya, las selvas amazónicas de Sarayaku y otras comunidades, los picos andinos más altos que albergan modos de vida de comunidades Quechuas, hasta las comunidades ribereñas Afro-colombianas, las comunidades de inmigrantes de la costa de California, las tierras altas cafetaleras de Centroamérica y México y todo el camino hacia el sur hasta la Patagonia.   

Unos meses antes del Intercambio, los y las jóvenes de la RIAC y ANDES colaboraron para coorganizar 4 áreas temáticas de discusión: tecnología, cambio climático, agroecología y defensa de los territorios. Junto con ANDES y CAN, se enfocaron en crear espacios de aprendizaje a través de narraciones, sociodramas y actividades experienciales en comunidades quechuahablantes como una forma de profundizar en las economías solidarias, las tecnologías ancestrales, las formas alimentarias, el cambio climático y la conservación genética in situ de semillas en las comunidades.

Esto hizo que el intercambio de este año fuera distinto al de otros años, ya que nos basamos en metodologías indígenas de aprendizaje horizontal, paisajes como textos culturales y aprendizajes comunitarios de las dos décadas de trabajo de ANDES, así como en los métodos de facilitación de CAN que involucran la producción y la praxis del conocimiento comunitario a través del intercambio. 

      Imagen.jpeg             

Compartiendo conocimientos                                                                           

Sociodrama creado y presentado por jóvenes para discutir tecnologías. Jóvenes aprendiendo cómo se cosecha la papa localmente. 

Mientras nos movíamos entre las montañas sagradas guardianas de los Apus , salpicadas de antiguas terrazas agrícolas y silos de papa, el paisaje andino se hizo parte de  nuestras lecturas. La integración en las actividades cotidianas de la comunidad se convirtió en nuestra escuela. Cosechamos papa, maíz y habas, y cocinamos nuestra cosecha junto con carne y hierbas, en un hoyo subterráneo con piedras calientes, un método de cocción tradicional llamado Pachamanca. Con cada actividad se generó un intercambio de inquietudes y diálogos. Al observar los textiles tejidos con lana de alpaca y teñidos con un arco iris de plantas nativas locales, entendimos como están conectados con el cuidado comunitario de las más de 1,500 variedades locales de papa en el Parque de la Papa. Esta agrobiodiversidad se sustenta no sólo en una casa de semillas o en ropa teñida, sino que está interconectada en un paisaje cultural y comunitario. Al igual que el santuario culinario donde cocinamos la Pachamanca, el sabor y color de cada ingrediente conserva el conocimiento biológico y cultural de esta región. Cada espacio está interconectado con prácticas, ética de la tierra, cultura, cosmología, organización comunitaria y agrobiodiversidad. Sumaq kawsay , o la existencia armoniosa con los espíritus circundantes, los humanos, la vida silvestre y las montañas, es el centro de las comunidades andinas. La economía contribuye a esos espacios a nivel local, y las y los jóvenes participan directamente en el comercio y el trueque, con y entre los mercados comunitarios en la región de Lares, ampliando sus nociones de valor, solidaridad y reciprocidad. A esto le siguió la puesta en común de la red de suministro solidario AgroEco de CAN, una propuesta para analizar las redes comerciales interregionales, la solidaridad entre comunidades, la redistribución de riesgos y una alternativa agroecológica a los monopolios corporativos del café.

Imagen_2.jpeg

“Los  y las jóvenes quieren que los territorios de los pueblos indígenas se conserven íntegramente y que se puedan implementar planes de vida en el marco de su economía”.

Nuestros aprendizajes encontraron una multitud de perspectivas y mundos de vida dentro de la diversidad de participantes, cada uno de ellos basado en su propia historia, praxis, cosmologías y ecologías. Cuando los jóvenes de una comunidad amazónica compartieron sus principales estrategias de subsistencia basadas en la tierra, la caza, conectadas con otras facetas de la organización comunitaria y  pensadas no en áreas agrícolas sino dentro de otras zonas forestales, nos quedamos con preguntas que desafían las nociones percibidas de que los principios agroecológicos podrían por sí solos apoyar un diálogo de saberes entre una diversidad de medios de vida basados ​​en la tierra. ¿Cómo construimos nuevas formas de entender la agroecología, que vayan más allá de las nociones agro-centradas de producción y que integren modos de vida y territorios enteros, ubicándolos en formas de conocimiento que puedan ser sostenidas o regeneradas? ¿Cómo defendemos relaciones y modos de relacionarnos complejos más allá de la producción y sin la mercantilización? 

La agroecología es un movimiento crítico que ofrece una alternativa al modelo agroindustrial. En los últimos años, cada vez más gobiernos y corporaciones han comenzado a adoptar la agroecología, creando desafortunadamente paquetes y estrategias de sustitución de insumos ademas de desplazar conocimientos locales que a menudo reflejan la revolución verde. Los críticos lo llaman “cooptación”, una estrategia de desarrollo para avanzar en la “modernidad agrícola” y otra estrategia de asimilación de territorios indígenas o comunidades de medios de vida basados ​​en la subsistencia a una nueva llamada “economía verde” humanizada. Los testimonios de las y los jóvenes sobre cómo esto está sucediendo en sus territorios energizaron las discusiones sobre la defensa de las comunidades locales y el papel de la agroecología en estas luchas. Las juventudes indígenas compartieron cómo sus formas ancestrales de organización cultural, cosmología y autonomía son claves para organizar sus prácticas y conocimientos basados ​​en la tierra que, algunos llamarían practicas “agroecológicos”, sin embargo se refieren a ellos en sus costumbres  vernáculas  de milpa, chakra, acequia, entre otras. En casos recientes y más frecuentes, la agroecología se ha convertido cada vez más en una imposición sobre estas costumbres vernáculas y estilos de vida, a menudo derivados de la realidad holística de los milenios de conocimiento de sus comunidades y la interconexión con el territorio y las ceremonias.  

Imagen_3.jpeg

Cuando un joven indígena dice que su comunidad ha experimentado la agroecología como una imposición, ¿Cómo escuchamos atentamente las preguntas que esto plantea?  

¿Cómo puede la agroecología sostener movimientos que defienden la pluralidad y elevan las múltiples formas de conocimiento propias al idioma, ecosistema, cultura e historia política de cada comunidad? 

¿Puede la agroecología seguir ayudándonos a crear nuevas formas de compartir luchas entre paisajes rurales y urbanos, inmigrantes y locales, campesinos e indígenas, para impulsar colectivamente la autonomía comunitaria y la construcción de muchos tipos de futuros? 

Las críticas y preguntas de la agroecología no fueron fáciles de escuchar para las juventudes fervientemente comprometidos con su movimiento. Si bien la agroecología se inspira en formas tradicionales de cuidado de la tierra, el diálogo entre jóvenes planteó lo que es fundamental seguir hablando y defendiendo las comunidades y las formas de conocimiento local. Los conocimientos vernáculos que son tan legítimos como los  que la agroecología ha construido a lo largo de los años como ciencia y práctica. Serán las juventudes  quienes comiencen a responder a estas preguntas. 

Este año, una parte principal del intercambio de cocina compartida de la RIAC , donde todos los jóvenes cocinan platos regionales y  tradicionales  entre sí, fue seguida por un baile tradicional en una  camaradería. 

Esta convergencia de juventudes comprometidas con la defensa de sus identidades culturales a través de la multiplicación de alimentos, saberes, semillas y vida comunitaria, nos brinda esperanza. Comunidades como las que participan en el intercambio internacional de juventudes son ejemplos de que el Sumak kawsay puede recolectar nuevas formas de multiplicar los saberes de la tierra e impulsar distintas propuestas hacia un pluriverso de agroecologías y la defensa de las comunidades basadas en la tierra. Esta esperanza y compromiso permearon el intercambio juvenil y se manifestaron en celebraciones nocturnas. Compartimos música, narraciones, videos comunitarios, danza, teatro y poesía. Cocinamos nuestros alimentos tradicionales, entre unos y otros saberes, compartiendo y comiendo juntos ademas de crear momentos para cultivar relaciones y confianza para el trabajo que tenemos por delante.

Quédate conectada  para la próxima publicación de la Declaración del 11vo Intercambio Internacional de Juventudes, una declaración de los compromisos y la posición de las juventudes resultante del diálogo de una semana de trabajo.  Será publicada el 21 de junio de 2024 iniciando el Solsticio de Verano en todas las redes sociales de CAN. No te pierdas también el ‘Folleto de la Memoria’ del 11v Intercambio Internacional de Juventudes RIAC, una recopilación de actividades, fotos, vídeos y recetas de este gran evento y diseñadas por nuestros colaboradores de comunicación COMPAS Comunicación para la Sobernía . Vuelve para aprender más directamente de las juventudes de ANDES, CAN e invitados sobre nuestros aprendizajes, en un seminario web en vivo este próximo otoño de 2024.  Y no se te olvide …. ¡Considera compartirnos una donación para sostener este trabajo!