
In 2020 CAN was approached with a proposal to become the fiscal agent of an emerging organized group of farmworkers and campesinx families within the community gardens of Watsonville and Pajaro. After years of working directly with Growing Justice youth and many of these same farmworker families, the change in governance structure within the gardens opened a much needed horizon towards direct democracy, community power, and a bold force for transformation of the food system locally by the people most negatively impacted by the current agro-industrial model. Respecting community autonomy within struggles for food sovereignty is a key pillar within CAN, we needed to support.
Two years later we witnessed farmworker families of now Tierras Milperas flourish into a campesino led and democratically managed organization stewarding 7 community gardens, hosting community gatherings and sharing food and farm knowledge with youth. This was abruptly halted, however, on June 2nd when the El Camino Real Diocese decided without evidence nor prior communication to abruptly end their 5 year lease for one of Tierras Milperas’ largest gardens. In a letter received only by CAN the Diocese cited claims of “illicit activity” blaming Tierras Milperas of making their church grounds unsafe and dangerous, criminalizing our migrant community, and referring to their project as “bearing bitter fruit.”

Dr. Rose Cohen, CAN, along with members of Tierras Milperas governing council attest to the credibility of Tierras Milpera’s land lease agreement signed by CAN, Bishop Lucinda Ashby and Tierras Milperas in 2021.
CAN holds up Tierras Milpera’s work to confront injustice by seeking the path of dialogue and refusing to allow the singling out of gardeners. Through Tierras Milperas’ public campaign to communicate this message, and after many attempts at direct communication, the Church extended the contract for a period of 90 days for a process of direct dialogue between the Church and Tierras Milperas.
There have been three public dialogues, yet this path has had its own challenges. At the first dialogue on August 7, Pastor Robles denied the credibility of the lease. Furthermore, he left before the dialogue was over, and turned his back on the community while the campesinxs of Tierras Milperas expressed their feelings about being singled out for criminal acts.
The third dialogue took place on October 9. The conversation remains unfinished, with an agreement to continue dialogue with additional mediation. Meanwhile the date of the extension to the lease termination remains November 1st.
Dialogue and community work requires listening to uncomfortable circumstances, acknowledging the past, and learning about how the community is organized so that direct and transparent communication can take place. The struggle for food sovereignty is a struggle for inter-dependence and dignity. It is a struggle that is lived in the community gardens where campesinxs grow food for their own families and community. They take care of the land planting organic milpa (corns, beans, squash and nutrient-rich vegetables) according to their agricultural tradition, creating a space for children to play and adults to find relief after a long and arduous day of work in the agro-industrial fields. The gardens are in fact the opposite of how agribusiness functions. These milpas are exactly what is needed in this county and in the world to address the climate crisis, diseases like diabetes, and rising food prices. We are grateful to Tierras Milperas for the spaces of life and joy they have created and that we need so much. They allow us to envision a path toward a dignified food system that nourishes people and renews nature.
Stay up to date on Tierras Milperas’ struggle here, and learn more about their “Seeds for Practical Action”.

Read the Youth Network’s statement in solidarity with Tierras Milperas and Growing Justice youth.

CAN is fiscal agent and collaborator of Tierras Milperas. Through our collaboration, we have witnessed the depth of knowledge and care within the Wastonville farmworker community to cultivate bountiful gardens of organic and culturally appropriate food and medicinal herbs. Both Growing Justice and the Youth Network (RIAC-Joven) have participated in intergenerational dialogues, community celebrations and training workshops with Tierras Milperas. Tierras Milperas has supported young people to grow and prepare healthy food and learn about their cultural roots related to community organization, agriculture, food and land.

En 2020, CAN recibió una propuesta para convertirse en el agente fiscal de un emergente grupo organizado de familias de trabajadorxs agrícolas y campesinos dentro de los huertos comunitarios de Watsonville y Pajaro. Después de años de trabajar directamente con los jóvenes de Growing Justice y muchas de estas mismas familias de trabajadores agrícolas, el cambio en la estructura de gobierno dentro de los huertos perfiló un horizonte muy necesario hacia la democracia directa, el poder de la comunidad y una fuerza audaz para la transformación del sistema alimentario a nivel local desde las personas más afectadas por el actual modelo agroindustrial. Respetar la autonomía comunitaria dentro de las luchas por la soberanía alimentaria, es un pilar clave dentro de CAN que necesitábamos apoyar.
Dos años más tarde, fuimos testigos de cómo las familias de trabajadores agrícolas de Tierras Milperas se convirtieron en una organización dirigida por campesinxs y gestionada democráticamente, que administraba 7 huertos comunitarios, organizaba reuniones al interior de la comunidad y compartía conocimientos sobre alimentos y agricultura con los jóvenes. Sin embargo, esto se detuvo abruptamente el 2 de junio cuando la Diócesis de El Camino Real decidió, sin evidencia ni comunicación previa, terminar abruptamente el contrato de arrendamiento de 5 años de uno de los huertos más grandes de Tierras Milperas. En una carta recibida únicamente por CAN, la Diócesis alegó “actividad ilícita” culpando a Tierras Milperas de hacer que los terrenos de su iglesia sean inseguros y peligrosos, criminalizando a nuestra comunidad de inmigrantes y refiriéndose a su proyecto como “árbol de malos frutos”.

La Dra. Rose Cohen, CAN, junto con miembros del Consejo de Tierras Milperas, atestiguan la credibilidad del contrato de arrendamiento de Tierras Milperas firmado en 2021 por dicha organización, CAN y la obispa Lucinda Ashby.
CAN apoya el trabajo de Tierras Milperas para hacer frente a la injusticia buscando el camino del diálogo y negándose a permitir que se señale a lxs campesinxs. A través de la campaña pública de Tierras Milperas para comunicar este mensaje y después de muchos intentos de comunicación directa, la Iglesia extendió el contrato por un período de 90 días para un proceso de diálogo directo entre la Iglesia y Tierras Milperas.
Hasta el momento han habido tres diálogos públicos pero esta vía ha tenido sus propios desafíos. En el primer diálogo, el 7 de agosto, el pastor Robles negó la credibilidad del contrato de arrendamiento. Además, se marchó antes de que terminara el diálogo y dio la espalda a la comunidad mientras los campesinxs de Tierras Milperas expresaban su sentimiento de ser señalados por actos delictivos.
La lucha por la soberanía alimentaria es una lucha por la interdependencia y la dignidad que se vive en los huertos comunitarios, donde campesinxs cultivan alimentos para sus propias familias y para la comunidad, cuidan la tierra plantando milpa orgánica (maíces, frijoles, calabazas y hortalizas ricas en nutrientes) según su tradición agrícola, creando un espacio para que los niños jueguen y los adultos encuentren alivio después de una larga y ardua jornada de trabajo en los campos agroindustriales. Los huertos son, de hecho, lo contrario de cómo funciona la agroindustria. Estas milpas son exactamente lo que se necesita en el país y en el mundo para hacer frente a la crisis climática, a enfermedades como la diabetes y al aumento de los precios de los alimentos. Agradecemos a Tierras Milperas los espacios de vida y alegría que han creado y que tanto necesitamos. Nos permiten imaginar un camino hacia un sistema alimentario digno que nutra a las personas y renueve la naturaleza.
Se puede mantener actualizadx sobre la lucha de Tierras Milperas aquí y aprender más sobre sus “Semillas para la Acción Práctica.”


CAN es agente fiscal y colaborador de Tierras Milperas. A través de nuestra colaboración, hemos sido testigos de la profundidad del conocimiento y el cuidado dentro de la comunidad de trabajadores agrícolas de Wastonville para cultivar jardines abundantes de alimentos y hierbas medicinales orgánicas y culturalmente apropiadas. Tanto Cultivando Justicia como la RIAC-Joven han participado en diálogos intergeneracionales, celebraciones comunitarias y talleres de capacitación con Tierras Milperas quien a su vez, los ha apoyado para que cultiven y preparen alimentos saludables y aprendan sobre sus raíces culturales relacionadas con la organización comunitaria, la agricultura, la comida y la tierra.